La accesibilidad Web concentra su acción en el cuidado del diseño de la interfaz.
La interfaz es esa delgada capa que permite la comunicación de los contenidos, está recostada o sostenida por el navegador y debe permitir la interacción entre el usuario y la información.
Hoy las tecnologías de la información y la comunicación le permiten a las personas realizar muchas tareas como informarse, comunicarse, estudiar, trabajar, etc.
Por lo tanto la interfaz debe ser flexible, para poder adaptarse al contexto en que el usuario interactúa con el ordenador. Este contexto está dado por la realidad del usuario y sus necesidades para interactuar. Ofreciendo la sufuciente transparencia para que el usuario pueda concentrarse en sus tareas.
La intefaz deberá ser Versátil, para poder interpretar el software y el hardware que el usuario tiene en su ordenador. Cuanto mejor sea la calidad de la interfaz menor será la distancia entre el usuario y su necesidad de interacción superando la barrera impuesta por el espacio al movimiento de las personas y el intercambio de servicios e información.
Cuando trabajamos en diseño y contenido Web, nos convertimos en emisores de información y siendo nuestro escenario el ciberespacio va dirigida a muchos receptores.
Ahora bien, al tener un escenario tan grande en los receptores de esa información se nos abre un gran abanico de posibilidades ya sean técnicas, cognitivas, físicas, etc. Y se nos plantean varios interrogantes:
Todos estos interrogantes los resolvemos expresándonos en un lenguaje común a todos los posibles receptores de nuestra información a comunicar teniendo en cuenta los principios del diseño universal, trabajando con estándares Web que nos garantizarán que nuestro diseño será: Perceptible, Operable, Comprensible y Robusto.